Los primeros vestigios humanos hallados en esta población datan del Calcolítico, hace cinco milenios. De esa época procede el yacimiento de “La Alquería”, constituido por un sepulcro en galería cubierta. Queda unido el devenir histórico de lo que es hoy Villarrasa a la Ilipla romana, la Elepla visigoda, la Lebla musulmana y la Niebla de los Guzmanes. Los romanos dejaron sus huellas en la zona denominada “El Cortijo”, donde han sido hallados restos de esta época, como una columna de mármol que se conserva en el Museo Arqueológico Provincial. Durante la dominación musulmana el territorio de Villarrasa perteneció a la Cora de Niebla, sirviendo de baluarte defensivo de Lebla. Villarrasa sale de la órbita islámica cuando el reino musulmán de Aben Mafot y su capital, Niebla, sucumbe ante las tropas cristianas de Alfonso X en el año 1.262. Cuando se crea el Condado de Niebla en 1.369, primero en Andalucía, Villarrasa se define como una aldea o lugar más dentro de la jurisdicción de Niebla, es decir está ligada a Niebla jurídicamente aunque con cierta autonomía municipal. Es precisamente Villarrasa, uno de los pueblos que inicia primero el movimiento separatista contra la capitalidad y privilegios de Niebla al iniciarse el siglo XVII. En el año 1.602, los vecinos de Villarrasa acuerdan y adoptan una actitud de desobediencia civil contra la Justicia de Niebla, pero permanecería bajo el dominio de ésta hasta el año 1.813, en que consiguió su independencia municipal y la obtención del título de villa otorgado por las Cortes Constitucionales de Cádiz que aprueban la Ley de Señoríos, que acabará con el régimen jurídico del que será llamada “Antiguo Régimen”.
Se celebra la procesión del Santo por las calles de la localidad y con una posterior romería al campo, al Huerto del Hambre, donde pernoctan todos los romeros emprendiendo su regreso al pueblo al atardecer del domingo.
Traje de Flamenca y traje de corto, ropa fresca y cómoda.
Los primeros vestigios humanos hallados en esta población datan del Calcolítico, hace cinco milenios. De esa época procede el yacimiento de “La Alquería”, constituido por un sepulcro en galería cubierta. Queda unido el devenir histórico de lo que es hoy Villarrasa a la Ilipla romana, la Elepla visigoda, la Lebla musulmana y la Niebla de los Guzmanes. Los romanos dejaron sus huellas en la zona denominada “El Cortijo”, donde han sido hallados restos de esta época, como una columna de mármol que se conserva en el Museo Arqueológico Provincial. Durante la dominación musulmana el territorio de Villarrasa perteneció a la Cora de Niebla, sirviendo de baluarte defensivo de Lebla. Villarrasa sale de la órbita islámica cuando el reino musulmán de Aben Mafot y su capital, Niebla, sucumbe ante las tropas cristianas de Alfonso X en el año 1.262. Cuando se crea el Condado de Niebla en 1.369, primero en Andalucía, Villarrasa se define como una aldea o lugar más dentro de la jurisdicción de Niebla, es decir está ligada a Niebla jurídicamente aunque con cierta autonomía municipal. Es precisamente Villarrasa, uno de los pueblos que inicia primero el movimiento separatista contra la capitalidad y privilegios de Niebla al iniciarse el siglo XVII. En el año 1.602, los vecinos de Villarrasa acuerdan y adoptan una actitud de desobediencia civil contra la Justicia de Niebla, pero permanecería bajo el dominio de ésta hasta el año 1.813, en que consiguió su independencia municipal y la obtención del título de villa otorgado por las Cortes Constitucionales de Cádiz que aprueban la Ley de Señoríos, que acabará con el régimen jurídico del que será llamada “Antiguo Régimen”.
Se celebra la procesión del Santo por las calles de la localidad y con una posterior romería al campo, al Huerto del Hambre, donde pernoctan todos los romeros emprendiendo su regreso al pueblo al atardecer del domingo.
Traje de Flamenca y traje de corto, ropa fresca y cómoda.
Los primeros vestigios humanos hallados en esta población datan del Calcolítico, hace cinco milenios. De esa época procede el yacimiento de “La Alquería”, constituido por un sepulcro en galería cubierta. Queda unido el devenir histórico de lo que es hoy Villarrasa a la Ilipla romana, la Elepla visigoda, la Lebla musulmana y la Niebla de los Guzmanes. Los romanos dejaron sus huellas en la zona denominada “El Cortijo”, donde han sido hallados restos de esta época, como una columna de mármol que se conserva en el Museo Arqueológico Provincial. Durante la dominación musulmana el territorio de Villarrasa perteneció a la Cora de Niebla, sirviendo de baluarte defensivo de Lebla. Villarrasa sale de la órbita islámica cuando el reino musulmán de Aben Mafot y su capital, Niebla, sucumbe ante las tropas cristianas de Alfonso X en el año 1.262. Cuando se crea el Condado de Niebla en 1.369, primero en Andalucía, Villarrasa se define como una aldea o lugar más dentro de la jurisdicción de Niebla, es decir está ligada a Niebla jurídicamente aunque con cierta autonomía municipal. Es precisamente Villarrasa, uno de los pueblos que inicia primero el movimiento separatista contra la capitalidad y privilegios de Niebla al iniciarse el siglo XVII. En el año 1.602, los vecinos de Villarrasa acuerdan y adoptan una actitud de desobediencia civil contra la Justicia de Niebla, pero permanecería bajo el dominio de ésta hasta el año 1.813, en que consiguió su independencia municipal y la obtención del título de villa otorgado por las Cortes Constitucionales de Cádiz que aprueban la Ley de Señoríos, que acabará con el régimen jurídico del que será llamada “Antiguo Régimen”.
San Vicente llena de villarraseros la Dehesa Espina, con la celebración de la Romería del Patrón del municipio. Un día de celebración y convivencia en torno a una de las grandes devociones de Villarrasa.
Ropa cómoda de campo
Los primeros vestigios humanos hallados en esta población datan del Calcolítico, hace cinco milenios. De esa época procede el yacimiento de “La Alquería”, constituido por un sepulcro en galería cubierta. Queda unido el devenir histórico de lo que es hoy Villarrasa a la Ilipla romana, la Elepla visigoda, la Lebla musulmana y la Niebla de los Guzmanes. Los romanos dejaron sus huellas en la zona denominada “El Cortijo”, donde han sido hallados restos de esta época, como una columna de mármol que se conserva en el Museo Arqueológico Provincial. Durante la dominación musulmana el territorio de Villarrasa perteneció a la Cora de Niebla, sirviendo de baluarte defensivo de Lebla. Villarrasa sale de la órbita islámica cuando el reino musulmán de Aben Mafot y su capital, Niebla, sucumbe ante las tropas cristianas de Alfonso X en el año 1.262. Cuando se crea el Condado de Niebla en 1.369, primero en Andalucía, Villarrasa se define como una aldea o lugar más dentro de la jurisdicción de Niebla, es decir está ligada a Niebla jurídicamente aunque con cierta autonomía municipal. Es precisamente Villarrasa, uno de los pueblos que inicia primero el movimiento separatista contra la capitalidad y privilegios de Niebla al iniciarse el siglo XVII. En el año 1.602, los vecinos de Villarrasa acuerdan y adoptan una actitud de desobediencia civil contra la Justicia de Niebla, pero permanecería bajo el dominio de ésta hasta el año 1.813, en que consiguió su independencia municipal y la obtención del título de villa otorgado por las Cortes Constitucionales de Cádiz que aprueban la Ley de Señoríos, que acabará con el régimen jurídico del que será llamada “Antiguo Régimen”.
San Vicente llena de villarraseros la Dehesa Espina, con la celebración de la Romería del Patrón del municipio. Un día de celebración y convivencia en torno a una de las grandes devociones de Villarrasa.
Ropa cómoda de campo