En la época de Roma fue un cruce vías entre Beja, Mérida y Sevilla. El origen el pueblo se sitúa en la Reconquista, en el siglo XIII, como camino de Zufre a Sevilla, con dependencia de Aracena y Zufre. Ello motivó un pleito donde Higuera solicitó sus derechos de independencia y obtuvo un Privilegio de rey Sancho IV, aunque fue el rey Carlos V quien concedió de nuevo el título de villa, en 1553. Durante los siglos XVII y XVIII, Higuera de la Sierra sufrió una época de crisis, que fue paliada por las reformas agrarias impulsadas por los Borbones. En el siglo XIX se impulsa el aprovechamiento de los recursos forestales, especialmente la industria corchera y la leña para el carbón vegetal, y el abastecimiento a las poblaciones mineras vecinas. Aparecieron entonces las primeras fábricas de embutidos.
Reseña histórica de la romería
El origen de esta tradición mariana se remonta, según la leyenda, a los albores del siglo XIII, cuando un pastor que guardaba su ganado en El Prado, encontró una imagen pequeñita de la virgen al pie de una encina, figura que tomó como una muñequita y que guardó en su zurrón para trasladarla al pueblo como regalo. Pero, al mostrar su hallazgo, la imagen había desaparecido, por lo que en el lugar de la aparición se erigió la primera capilla en el Prado, donde desde entonces se le rinde culto. Históricamente, su origen se vincula a la Reconquista, impulsada por los reyes castellanos, como San Fernando o Alfonso X, con el apoyo de la Orden de Santiago, bajo el mando de Pelayo Pérez Correa. De esta forma, comienza esta devoción mariana, en la capilla del Prado, edificio de estilo rural que fue reconstruido en la segunda mitad del siglo XVI. De la virgen se encargaba el ermitaño, que residía en las habitaciones de la fachada sur del recinto mariano. De este popular personaje ya se tiene constancia en el año 1700, según cuenta Domingo Fal Conde en su obra “La devoción a Ntra. Del Prado”, y que desde antiguo paseaba todos los domingos por el pueblo una pequeña imagen de la Patrona, y visitaba todas las casas pidiendo limosna, ya que vivía de la caridad de los vecinos.
No te pierdas
Peregrinación de la Virgen a la Capilla del Prado.
Degustación de la popular "empana" de Higuera de la Sierra.
Romería al santuario de la Virgen del Prado, en torno a la Solemnidad de la Encarnación del Señor (25 de marzo).
Traslados de la bendita imagen al Pueblo de Higuera y retorno a su ermita.
Novenas y fiestas patronales en la Parroquia de Higuera de la Sierra,
Devoción
Nuestra Señora del Prado
Gastronomía
Potaje de castañas.
Potaje de gazpachos de invierno
Licor de guinda.
Empanada serrana.
Chacina ibérica.
Sangría: de vino blanco, canela, azúcar y melocotón
Roscas con huevos duros, regalo de los padrinos a los ahijados en domingo de resurrección.
Traje típico
Traje de flamenca y traje de serrana (ya no tan frecuente)
Que más ver
Iglesia de San Sebastián, del siglo XVIII, de estilo barroco
Ermita del Cristo del Rosario, del siglo XVII, con una talla gótica del Cristo.
Plaza de toros, del siglo XVI.
Ermita de la Virgen del Prado, del siglo XVI
Ermita de San Antonio.
Historia del municipio
En la época de Roma fue un cruce vías entre Beja, Mérida y Sevilla. El origen el pueblo se sitúa en la Reconquista, en el siglo XIII, como camino de Zufre a Sevilla, con dependencia de Aracena y Zufre. Ello motivó un pleito donde Higuera solicitó sus derechos de independencia y obtuvo un Privilegio de rey Sancho IV, aunque fue el rey Carlos V quien concedió de nuevo el título de villa, en 1553. Durante los siglos XVII y XVIII, Higuera de la Sierra sufrió una época de crisis, que fue paliada por las reformas agrarias impulsadas por los Borbones. En el siglo XIX se impulsa el aprovechamiento de los recursos forestales, especialmente la industria corchera y la leña para el carbón vegetal, y el abastecimiento a las poblaciones mineras vecinas. Aparecieron entonces las primeras fábricas de embutidos.
RESEÑA HISTÓRICA DE LA ROMERÍA
El origen de esta tradición mariana se remonta, según la leyenda, a los albores del siglo XIII, cuando un pastor que guardaba su ganado en El Prado, encontró una imagen pequeñita de la virgen al pie de una encina, figura que tomó como una muñequita y que guardó en su zurrón para trasladarla al pueblo como regalo. Pero, al mostrar su hallazgo, la imagen había desaparecido, por lo que en el lugar de la aparición se erigió la primera capilla en el Prado, donde desde entonces se le rinde culto. Históricamente, su origen se vincula a la Reconquista, impulsada por los reyes castellanos, como San Fernando o Alfonso X, con el apoyo de la Orden de Santiago, bajo el mando de Pelayo Pérez Correa. De esta forma, comienza esta devoción mariana, en la capilla del Prado, edificio de estilo rural que fue reconstruido en la segunda mitad del siglo XVI. De la virgen se encargaba el ermitaño, que residía en las habitaciones de la fachada sur del recinto mariano. De este popular personaje ya se tiene constancia en el año 1700, según cuenta Domingo Fal Conde en su obra “La devoción a Ntra. Del Prado”, y que desde antiguo paseaba todos los domingos por el pueblo una pequeña imagen de la Patrona, y visitaba todas las casas pidiendo limosna, ya que vivía de la caridad de los vecinos.
No te pierdas
Peregrinación de la Virgen a la Capilla del Prado.
Degustación de la popular "empana" de Higuera de la Sierra.
Romería al santuario de la Virgen del Prado, en torno a la Solemnidad de la Encarnación del Señor (25 de marzo).
Traslados de la bendita imagen al Pueblo de Higuera y retorno a su ermita.
Novenas y fiestas patronales en la Parroquia de Higuera de la Sierra,
Devoción
Nuestra Señora del Prado
Gastronomía
Potaje de castañas.
Potaje de gazpachos de invierno
Licor de guinda.
Empanada serrana.
Chacina ibérica.
Sangría: de vino blanco, canela, azúcar y melocotón
Roscas con huevos duros, regalo de los padrinos a los ahijados en domingo de resurrección.
Traje típico
Traje de flamenca y traje de serrana (ya no tan frecuente)
Que más ver
Iglesia de San Sebastián, del siglo XVIII, de estilo barroco
Ermita del Cristo del Rosario, del siglo XVII, con una talla gótica del Cristo.