La leyenda de la Virgen de los Clarines, patrona de Beas, data del siglo XIV. Un pastor llamado Juan Bautista García, al escuchar extraños clarines, encontró la imagen de la Virgen, quien le pidió construir un templo en su honor. Tras curarle un milagro, el pueblo comenzó a venerarla, y la imagen recibió el nombre de Clarines. La original fue destruida en la Guerra Civil y reemplazada en 1938 por una obra de Antonio Castillo Lastrucci. La devoción creció en los siglos XVII y XVIII, y la romería, inicialmente el 15 de agosto, se amplió en 1930 a tres días, siendo hoy uno de los eventos más importantesbcon miles de participantes. La festividad está vinculada con el mar, y la aldea de Clarines creció alrededor del santuario.